miércoles, 26 de agosto de 2009

Sonora necesita estabilidad y propuestas novedosas para enfrentar la crisis, afirma Casanova


Construir un nuevo Sonora o Reconstruir Sonora es lo mismo. Significa resolver las grandes necesidades de las mujeres y hombres sonorenses a través de acuerdos sensatos que impliquen que el poder no debe ser tan sólo para unos cuantos.

-Guillermo Padrés dejó claro su triunfo después de haber enfrentado las impugnaciones del PRI. Y eso es bueno para la estabilidad necesaria que urge a Sonora.

-Necesitamos enfoques novedosos y comprometidos de parte del gobierno federal para enfrentar la crisis.

-La alternancia fue la solución al hartazgo justificado que existe entre la gente.

-Si en el país no surgen propuestas novedosas para enfrentar la crisis, en Sonora deben ponerse en práctica ya.

Mientras en México se anuncia la posibilidad de un estallido social, en Sonora nos encontramos por primera vez en la historia ante la posibilidad novedosa de hacer un gobierno distinto que le cumpla a la población en su conjunto y no sólo a los altos intereses económicos.
La crisis post electoral prácticamente se resolvió sin dejar heridas profundas, salvo las generadas tras el impacto de haber sacado al PRI del Gobierno estatal y de los principales ayuntamientos de Sonora.
A pesar de tanto forcejeo –que seguramente va a seguir- la sangre no debe llegar al río.
Guillermo Padrés dejó claro su triunfo después de haber enfrentado las impugnaciones del PRI. Y eso es bueno para la estabilidad necesaria que urge a Sonora en esta época de crisis.
Una crisis económica y financiera que afecta a la mayoría de las familias, a las mujeres, a los jóvenes, a los niños, a los profesionistas, a los pequeños productores, a los empleados, al comercio, al turismo, en fin, en esta ocasión nadie puede negar que nos encontramos ante una depresión generalizada y de alcances mayores.
Las dificultades están al punto del precipicio, y sin embargo, no surgen enfoques novedosos ni comprometidos de parte del gobierno federal.
A no ser de la posibilidad de recurrir a la impopular alza de impuestos, brillan por su ausencia respuestas gubernamentales claras que asuman responsablemente, y a cabalidad, la posibilidad del cambio verdadero.
Al contrario, las injusticias crecen.
Como candidato tuve la oportunidad de participar e intervenir activamente en la campaña por la gubernatura del estado de Sonora, en un momento, en que ciertamente la alternancia fue la solución al hartazgo justificado que existe entre la gente.
Me tocó ver la pobreza generalizada, la desesperanza, las injusticias y los abusos promovidos desde el poder gubernamental, económico y político en todo el estado de Sonora. Y no hay comunidad que escape a ello.
Pude ver la corrupción expandida por todos lados promovida desde los altos intereses, lo cual genera injusticias tan terribles y dramas aún difíciles de creer que puedan ocurrir en Sonora. Ahí está el gravísimo caso de la guardería ABC que nos enseñó a todos el rostro descarnado e insensible del ejercicio del poder.
La mayoría de la gente sufre. Y sufre mucho. La mayoría de la gente batalla. Y batalla mucho para resolver tan sólo lo cotidiano. Y a veces ni siquiera eso.
Pero, si en el país no surgen propuestas novedosas para enfrentar la crisis, en Sonora deben ponerse en práctica ya.
Esa es la gran expectativa que genera la alternancia en el nuevo gobierno, en el momento mismo en que el PRI –después de 80 años- ha sido –prácticamente- echado fuera del Palacio a través del voto.
Construir un nuevo Sonora o Reconstruir Sonora es lo mismo. Significa resolver las grandes necesidades de las mujeres y hombres sonorenses a través de acuerdos sensatos que impliquen que el poder no debe ser tan sólo para unos cuantos.
Significa hacer política a través de un diálogo abierto y constructivo entre todas las fuerzas de la comunidad, a las que se debe hablar con la verdad, haciéndoles ver que la crisis esta vez es de proporciones mayores y que las deudas que nos dejan a todos los sonorenses nos obligan –quiérase o no- a empezar desde cero.
Es un gran saldo rojo el que nos hereda a toda la población el abuso del poder económico y político en un sexenio de impunidades exacerbadas, en el que nunca se atendió, por citar un grave ejemplo, la desaparición del joven periodista Alfredo Jiménez Mota.
Una sociedad en crisis no puede menospreciar – y menos ahora- el marco cimentado de la unidad, de la solidaridad y respeto entre todas sus partes, antes que caer en la desesperación causada por la arrogancia, los abusos y la impunidad a la que estamos ya tan acostumbrados, pero sin aceptarlo nunca.
Nos encontramos, entonces, ante una comunidad sonorense en crisis profunda casi igual a la del país, pero con la aparente ventaja de que aquí en Sonora apenas somos 2 y medio millones de habitantes.
Estamos ante la exigencia y gran oportunidad de que las políticas públicas empiecen a dar buenos frutos y aparezcan en la agenda social y de gobierno los grandes temas como el reconocimiento pleno a la participación y organización ciudadana y acceder lo más pronto posible a la revocación del mandato.
Esa es, en mi opinión, la manera de empezar bien las cosas.

Francisco Casanova Hernández es periodista, presidente fundador de Comunidades al Desarrollo AC, dirigente fundador del partido Alternativa Socialdemócrata en Sonora, ex candidato al Senado de la República, 2006, y ex candidato al Gobierno del Estado de Sonora, PSD, 2009.

*Este artículo es exclusivo de la revista Mujer y Poder en su próxima edición de septiembre.

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